Muchos padres y madres de hijos e hijas con diagnóstico TEA me comentan que nunca pensaron que la arquitectura pudiese ayudarles a mejorar la casa según las necesidades de sus peques.

Como ya he dicho otras veces las casas no están hechas pensando en los niños o niñas y mucho menos en las dificultades que pueden encontrarse en el camino de su desarrollo y evolución.

Creo firmemente que se pueden diseñar viviendas pensando en esto, y pueden ser espacios que son útiles tanto si tienes hij@s como sino.

Me refiero, por ejemplo, a lo fundamental de crear espacios diáfanos y amplios, estos espacios son clave para niñ@s con necesidades especiales porque necesitan moverse libremente para no sentirse atrapados y a la vez son espacios que benefician siempre a cualquier persona.

Las viviendas laberínticas y con pasillos oscuros e infinitos agobian a cualquiera, ¿Cómo no van a generar pánico en niños y niñas? Esto debe cambiar.

En un niño o niña con diagnóstico TEA la casa podría ser un lugar donde encontrar seguridad, donde mejorar su desarrollo, donde autorregularse, donde calmarse.

Cada caso es diferente y por eso siempre insisto, yo trabajo en equipo con padres y madres y con terapeutas de la materia para lograr la mejor solución según las necesidades del peque.

Pero es cierto que algunos puntos suelen coincidir, aquí nombro algunos para que puedas averiguar si ya en casa lo pruebas o si puedes incorporarlo:

Lograr esos cambios pueden tener un impacto positivo en casa, solo tienes que probarlo!

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